jueves, 30 de octubre de 2008

Arboles con luz propia


Hay una bruma de luz que impide ver las estrellas. Nos pasa a todos los que vivimos en las ciudades. Y nos cuesta mucho dinero y mucha energía malgastada. Se trabaja para diseñar lámparas más eficientes pero hay quien ha propuesto ir más allá. ¿Y si conseguimos luz prescindiendo totalmente de la iluminación artificial?

Afortunadamente, cada vez mas calles de nuestras ciudades tienen árboles para darles vida, reducir la contaminación y alegrar la vista. Pero todavía pueden hacer algo más. Modificados genéticamente podrían convertirse en organismos bioluminiscentes. Imaginad hojas que brillan en la oscuridad con una iluminación difusa y mucho más agradable que la de una farola. La propuesta no es mía sino del arquitecto Alberto Estevez.

Pero primero, una pequeña explicación. La bioluminiscencia es un proceso biológico basado en quimioluminiscencia, es decir la producción de luz gracias a una reacción química. Como en una llama, aunque en este caso se pretende limitar al máximo la producción de calor y aumentar el porcentaje de energía que se desprende como luz. Los compuestos usados por la naturaleza reciben el nombre genérico de luciferina y luciferasa. Su composición exacta varía unos seres a otros pero, en general, se combinan con oxigeno para emitir luz y formar otra molécula. Esta luz puede usarse como camuflaje, para atraer presas o incluso como forma de comunicación exacta. En genética se han utilizado abundantemente como marcadores. La emisión de luz puede servir, por ejemplo, para medir el éxito al introducir genes nuevos en una población de bacterias. Si brilla ha funcionado. Y, si brilla mucho, hasta podría utilizarse como iluminación.

Sin embargo, aún nos queda bastante para desarrollar un organismo que podamos utilizar. Para empezar los niveles de iluminación son relativamente bajos. Una hoja no serviría como lámpara aunque la suma de cientos de hojas podría aportar una cantidad apreciable de luz. El color parece ser menor problemático. Jugando con la biología, los científicos han sido capaces de generar hasta 90 colores diferentes...

Puedo imaginar la primera aplicación, arbolitos de navidad que no requieran luces y no consuman energía. Y un buen número de críticas. Para empezar, quizás no sea la más forma más eficiente. Después de todo, los aviones no vuelan como las aves y por buenas razones. Probablemente la mas importante sea que se trata de organismo modificados genéticamente que van a “dejarse sueltos” en la naturaleza. Hacerlos estériles seria una precaución razonable. Pero hay que recordar que estas plantas no van a utilizarse en la alimentación. No se trata de genes artificiales sino de integrar los ya que existen en otros animales. Y no creo que exista un riesgo importante de que se extiendan y dañen a la naturaleza. Después de todo, es muy difícil esconderse si brillas en la oscuridad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Con mucho
Respeto a sus opiniones, pero al solo imaginar los arboles maravillosos con luz propia cambiados genéticamente,se me pone la piel de gallina, aunque se los haga exteril, hay mucho mas que cambiaría a partir de el, los gusanos que se alimentan de el, los pájaros, y un montón de animalitos que se acerquen a comer ya sea sus hojas o frutos.?que pasaría con la naturaleza? , acaso os no te das cuenta que da gravedad del asunto, para el hombre todo en su vida es generar dinero, mas no se da cuenta que es lo que va a dejar a las futuras generaciones, que no conocerán la naturaleza tal cual fue creada por Dios.